domingo, 26 de junio de 2011

Despacio...

Y cuando vas por la vida a 200 por hora, no queriéndote dar cuenta de lo que pasa a tu alrededor, esquivando la realidad para no sufrir el riesgo de dañarte con la verdad, te pierdes las cosas verdaderamente importantes. Tú sigues acelerando, huyendo del mundo exterior, corriendo. Pero de repente alguien se te pone por delante y te ves obligado a frenar. Y entonces es cuando ocurre...algo se acciona, te das cuenta de que algo dentro de ti está cambiando, que algo está despertando. Y entonces cambia. Esa persona te tranquiliza, te dice que aflojes, y tú le haces caso. Y cuando aflojas te das cuenta de las cosas... Te das cuenta de que acaba de empezar el verano, de que recuerdas perfectamente el día que sacaste esa foto de la pared, que esa canción que estás escuchando habla de ti... Te das cuenta de que él está ahí.  
No quieres correr más, solo deseas disfrutar de cada segundo a su lado, disfrutar del sabor de sus besos, del tacto de sus manos, del olor de su pelo... Y las cosas simples son las que empiezan a ser las importantes. Te das cuenta que te podrías pasar horas y horas hablando con él, y que, aunque os quedarais en silencio, seguirías sintiéndote agusto a su lado... que si te despiertas con esa sonrisa que te dura todo el día, es porque piensas en él... Te das cuenta de que has vuelto a leerte ese libro porque te recuerda un poquito a vosotros... que te encanta que te llame por ese mote tan gracioso. Te das cuenta de que te hace reír como nadie lo había hecho nunca...que puede que sea lo que estabas buscando. Te das cuenta de que no hay nada más maravilloso que estar besándolo en el mar... Te das cuenta de que te podrías meter en mil líos por él. Te das cuenta de que estás totalmente perdida, que no volverás a correr. Pero no te importa, te gusta ir despacio a su lado.

Dosis de felicidad

Hay días en los que te despiertas con un humor de perros. Días en los que no aguantas la mínima. Días que, aunque sean las dos de la tarde, tú seguirías durmiendo con tal de no ver el mundo. Días en los que te ves más fea, gorda e imperfecta de lo común. Días verdaderamente malos
Sin embargo, hay otros días en los que sientes todo lo contrario. Te despiertas con una sonrisa en la boca, deseándole los buenos días al mundo. Te da igual que sean las nueve de la mañana, porque tú lo único que quieres es levantarte aunque no vayas a hacer absolutamente nada. Esos días en los que te miras al espejo y no solo te ves guapa, sino que te das cuenta de lo bonito que tienes el pelo, de lo brillantes que están tus ojos y de que poco a poco estás poniéndote morena.
Hoy es uno de esos días. Me he despertado sonriendo a las nueve de la mañana. Me duele el corte que tengo en el pie, pero no me importa, es un bonito recuerdo... Hace calor y eso es una buena excusa para ir a la playa. Hoy todo, hasta lo malo, es positivo. Hoy es uno de esos días en los que TODO te hace sonreír.

lunes, 20 de junio de 2011

Sueños

Anoche soñé que nos enamorábamos... Soñé que, en una tarde cualquiera en la playa, él me besaba y me abrazaba mientras me decía que no podía vivir sin mi... Soñé que era mío... Soñé que siempre me hacía reír solo a mí y que me miraba como solo se mira a la persona que amas...Soñé que era la voz que me despertaba todas las mañanas y la voz que se desvanecía en mi cabeza cuando me dormía...Soñé que peleábamos y nos reconciliábamos comiéndonos a besos... Soñé que todos los días me decía al oído cuánto me amaba... Eso soñé... Que él me amaba.
Sueños Sueños Sueños Sueños Sueños Sueños Sueños Sueños Sueños Sueños Sueños