domingo, 26 de junio de 2011

Despacio...

Y cuando vas por la vida a 200 por hora, no queriéndote dar cuenta de lo que pasa a tu alrededor, esquivando la realidad para no sufrir el riesgo de dañarte con la verdad, te pierdes las cosas verdaderamente importantes. Tú sigues acelerando, huyendo del mundo exterior, corriendo. Pero de repente alguien se te pone por delante y te ves obligado a frenar. Y entonces es cuando ocurre...algo se acciona, te das cuenta de que algo dentro de ti está cambiando, que algo está despertando. Y entonces cambia. Esa persona te tranquiliza, te dice que aflojes, y tú le haces caso. Y cuando aflojas te das cuenta de las cosas... Te das cuenta de que acaba de empezar el verano, de que recuerdas perfectamente el día que sacaste esa foto de la pared, que esa canción que estás escuchando habla de ti... Te das cuenta de que él está ahí.  
No quieres correr más, solo deseas disfrutar de cada segundo a su lado, disfrutar del sabor de sus besos, del tacto de sus manos, del olor de su pelo... Y las cosas simples son las que empiezan a ser las importantes. Te das cuenta que te podrías pasar horas y horas hablando con él, y que, aunque os quedarais en silencio, seguirías sintiéndote agusto a su lado... que si te despiertas con esa sonrisa que te dura todo el día, es porque piensas en él... Te das cuenta de que has vuelto a leerte ese libro porque te recuerda un poquito a vosotros... que te encanta que te llame por ese mote tan gracioso. Te das cuenta de que te hace reír como nadie lo había hecho nunca...que puede que sea lo que estabas buscando. Te das cuenta de que no hay nada más maravilloso que estar besándolo en el mar... Te das cuenta de que te podrías meter en mil líos por él. Te das cuenta de que estás totalmente perdida, que no volverás a correr. Pero no te importa, te gusta ir despacio a su lado.

1 comentario:

  1. Te has superado Patri, te dejo mi nuevo blog, y te sigo:) PD: Gracias por seguir a Artu xD
    Besos.
    http://recreandolarealidad.blogspot.com/

    ResponderEliminar