lunes, 21 de febrero de 2011

Drástico

Seguramente, en algún momento de tu vida, en mayor o menor medida, has perdido a alguien. No importa el motivo ni si lo has recuperado o no, simplemente se fue; por una o otra razón desapareció de tu vida.
En ese momento, lo primero que se te pasa por la mente es "no es justo" o "¿por qué a mi?", ¿verdad? Te sientes mal y piensas que no podrás seguir sin esa persona, que se lo llevó todo, que ya nada será igual, etc... 
Pero, ¿no te has parado  a pensar que las cosas no son tan drásticas? A ver, si alguien que conoces desde siempre, alguien con quien viviste tantos momentos buenos, se va, lo pasas mal y lo echas de menos. Pero eso no significa que solo pueda existir ese alguien. El mundo no acaba en ese adiós, ni mucho menos. 
A lo largo de tu vida te encontrarás con muchos adioses, con muchas despedidas que, desgraciadamente, te romperán mas de una vez. Pero también a lo largo de tu vida te irás dando cuenta que un adiós a veces necesario, que las despedidas duelen, pero que dejan buenos recuerdos. Aprenderás que si lo perdiste, fue porque así tenía que ser. 
El destino, si existe, no es injusto
No puedes echarte a bajo por perder a alguien, puedes echarle de menos pero no puedes cerrarte en el pensamiento doloroso de decirte una y otra vez a ti mismo que no puedes continuar sin esa persona.
Una persona muy especial me dijo una vez que cuando una puerta se cierra, un ventanal se abre. Deja de quedarte mirando hacia esa puerta y busca el ventanal. La vida es algo maravilloso que no dura eternamente. No te dediques a vivir en los extremos, sufrir es algo que a todos les tiene que pasar, pero no te olvides que también te toca un pedacito de felicidad de vez en cuando.

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